En 1999, Genésio (Tony Ramos) es un hombre viudo y solitario que se casa con Carminha (Adriana Esteves), una mujer aparentemente simple y sencilla pero que esconde un ambición desmedida y sólo piensa en aprovechar a Genésio y es por ello que planea un golpe para robar al pobre hombre. El plan hubiese sido exitoso pero Rita (Mel Maia), la hija de Genésio descubre todo e intenta prevenir a su padre en contra de Carminha. Pero es demasiado tarde, y sucede lo peor, Genésio muere en la "Avenida Brasil", fue atropellado por la estrella del fútbol Tifón (Tufão) (Murilo Benício), que acababa de ganar el campeonato brasilero. Este, lleno de culpa por la muerte de Genésio decide acercarse a Carminha recién enviudada para consolarla y brindarle apoyo y es allí cuando esta ve la oportunidad perfecta para casarse con Tifón y finalmente llegar a ser rica y poderosa. Además, después de tener todo el dinero de Genésio, Carminha, con la ayuda de su amante y cómplice Max (Marcello Novaes), llevan a la niña Rita a un tiradero de basura, donde crece con un deseo de venganza en contra de Carminha y Max.
En el tiradero, Rita sufre mucho a manos de Nilo (José de Abreu), un hombre ambicioso y cruel que se aprovecha de los niños para conseguir dinero con la basura que estos colectan. Pero ella se acerca a Lucinda (Vera Holtz), una mujer humilde y cariñosa que cria a los niños del tiradero como sus propios hijos. Es allí donde se encuentra con Patata (Bernardo Simões), un niño que fue abandonado cuando era un bebé en el tiradero, y los dos se convierten en amigos cercanos y viven una relación infantil e inocente pero muy importante para ambos. El destino los separa cuando Rita es adoptada por una pareja argentina rica y estos le cambian el nombre a Nina.
Carminha se casa con Tifón, y este se separa de Monalisa (Heloísa Perissé). Carminha se va a vivir en una lujosa mansión en el suburbio ficticio "El Divino", en la zona norte de Río de Janeiro. Poco después de que Rita se va del tiradero, adoptan a Patata. El niño es muy bien recibido en la casa de Tifón, y se pasa a llamar Jorgito (Jorginho).
En 2012, Nina (Débora Falabella) ha crecido hasta convertirse en una gran chef pero cuando Martín (Jean Pierre Noher), su padre adoptivo en Argentina fallece, se muda de nuevo a Brasil para iniciar su plan de venganza. Ya en Brasil, Nina se hace amiga por internet de Ivana (Leticia Isnard), hermana de Tifón, y es allí cuando le pide trabajo como cocinera en la mansión y de esta forma encontrarse muy cerca de Carminha.
Carminha es ahora una esposa ejemplar, o al menos parece serlo, ya que todo es una fachada de mujer buena y ama de casa pero en realidad ella detesta a la familia de Tifón y el suburbio en donde estos viven. La única persona a la que realmente adora es a Jorgito (Cauã Reymond), su hijo biológico pero todo el mundo cree que es adoptado. Carminha también es madre de Ágatha (Ana Karolina Lannes), otro resultado de su relación con Max, pero que todos creen que es hija de Genesio. Carminha aún continua la relación con Max, quien ahora está casado con la hermana de Tifón, Ivana.
Jorgito es novio de Débora (Nathalia Dill), una chica rica y de buenos sentimientos. Débora, a su vez, es la hija de Carlitos (Cardinho) (Alexandre Borges), un ejecutivo comprometido con tres mujeres: Verónica (Débora Bloch), una mujer rica, vanidosa y la dominante madre de Débora; Noemia (Camila Morgado), una mujer culta, moderna y madre de Tomás (Ronny Kriwat) y finalmente Alexia (Carolina Ferraz) su mujer más reciente, una mujer rica e independiente que tiene una joven hija, Paloma (Bruna Griphao).
Rita, ahora como Nina, se va a vivir con la familia de Tifón, pero se entera de que Jorgito es su amor de la infancia y es allí en donde Nina se debate entre el amor y la venganza contra su ex madrastra Carminha.
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